La primera división que puede hacerse de los escudos de armas consiste en distinguir dos clases de ellos: simples y compuestos. Los primeros se dividen a su vez en escudos de familia, de dignidad y de comunidad, según que estén vinculados a una familia por herencia, o a un cargo o dignidad personal, o a una sociedad o municipio, etc.
Los compuestos se forman por agregación de simples, lo cual sucede: por alianza de familias nobles, cuando por razones de parentesco toma una los blasones de las otras, añadiéndolos a los suyos y formando lo que se llama pendón genealógico; por concesión de un Soberano, que autoriza el uso de sus armas en determinadas condiciones; por superioridad, cuando un noble que ya tiene escudo se ve ascendido a una dignidad que también lo posee, etc.
Hay que distinguir en todo escudo los elementos principales de los accesorios: estos últimos, que pueden variar y que no siempre acompañan al escudo, se reducen a los adornos exteriores.
/
Los elementos principales, que constituyen lo esencial del blasón, se agrupan y se enumeran del siguiente modo: el contorno o forma exterior, el campo o área, las divisiones del campo, el esmalte, color y metal y las figuras, con sus diferentes clases de piezas heráldicas y figuras físicas.
Escudo gótico
Escudo en losanje
Atendiendo al contorno, puede ser el escudo: redondo, ovalado, gótico o apuntado, en losanje o losanjeado, redondeado (por la parte inferior), aguzado o acaudado (terminado en forma de quilla) en forma de peto, etc.
El redondeado se dice español por haber sido el predilecto de los españoles en el siglo XVI; el aguzado se llama francés por haberlo así adoptado los franceses en dicho siglo: hoy es el dominante.