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Don Ramón Pignatelli de Aragón y Moncayo fue el tercer hijo (segundo varón) de don Antonio Pignatelli de Aragón Carrafa y Cortés, conde de Fuentes, y de doña María Francisca Moncayo Fernández de Heredia Blanes y Calatayud, marquesa de Mora y Coscojuela. El primer hijo varón heredó la casa de Fuentes y todos los demás, incluido Ramón Pignatelli, abrazaron el estado eclesiástico. Ello no le impidió ocupar diversos cargos y llevar una constante y variada actividad.
Recibió las primeras enseñanzas en Zaragoza, hasta que en 1740 (después del fallecimiento de su madre) se trasladó a Nápoles con su familia. Entre los 12 y 19 años estudió en Roma en el Colegio Clementino. Luego regresó a Zaragoza a estudiar en su Universidad, en la que se doctoró en Cánones.
Edificio Pignatelli. Sede del Gobierno de Aragón.
© MIguel Angel Latorre
Fue canónigo y prior de la colegiata de Mora de Rubielos durante algunos años. Canónigo del Cabildo Catedralicio de Zaragoza (1753-1793) y miembro de su Junta de Hacienda y visitador del arciprestazgo de Belchite. Regidor de la Sitiada (1764-1788), junta encargada del gobierno y administración de la Real Casa de la Misericordia (en la actualidad recuperada y remodelada para acoger la Sede el Gobierno de Aragón). En la Real Sociedad Económica ocupó varios desempeños hasta llegar a ser nombrado su director, cargo al que renunció por exceso de ocupaciones. Fue rector de la Universidad de Zaragoza, y también protector del Proyecto del Canal Imperial de Aragón y el Canal Real de Tauste. Finalmente, apoyado por el "partido aragonés" encabezado por el conde de Aranda, fue candidato en 1776 a ocupar el puesto de primer secretario de Estado, logrado sin embargo por el conde de Floridablanca.
Ramón Pignatelli fue un hombre de acción, excelente gestor y hábil político. En su quehacer como canónigo del cabildo zaragozano se ocupó en la administración de sus rentas y en la restauración del palacio arzobispal. Como regidor de la Sitiada se preocupó del problema de la mendicidad en Zaragoza, y consiguió que se ampliara y teminara la Real Casa de la Misericordia (1790), en la que estableció una industria manufacturera de paños y lonas. Logró la construcción de la plaza de toros de La Misericordia de Zaragoza (1764), que dependía de la entidad anterior. En 1776 contribuyó a la creación de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País.
Y a pesar de todo ello, la obra por la que Pignatelli es más recordado es sin duda el Canal Imperial de Aragón, de cuyo proyecto fue protector, como dijimos, entre 1772 y 1793, a instancias del Conde de Aranda. Pignatelli construyó el cauce y la obra civil, ideó un plan de navegación por el mismo dentro de otro integral del Ebro para comunicar los mares Cantábrico y Mediterraneo, y acondicionó e incluyó en la empresa el Canal de Tauste. Pero sobre todo, planeó y en parte aplicó en la zona regada una reforma agraria en la que demostró un pensamiento político y social teñido de un reformismo de corte radical tendente a favorecer al campesino, que le enfrentó con nobles como el marqués de Ayerbe o el duque de Villahermosa, sus iguales, con el cabildo catedralicio de Zaragoza al que pertenecía y con la Casa de Ganaderos de Zaragoza.
A Pignatelli se atribuyen casi dos docenas de obras entre informes, relaciones y dictámenes, de las que sólo algunas han sido impresas.
Fuentes:
Gran Enciclopedia de AragónVoz. Pignatelli de Aragón y Moncayo, Ramon. Tomo X, 1982.